Motivos

El texto habla por sí sólo, al menos para mí.


¡Oh, vamos! ¡Si es que te lo dejé hecho! Tenías tiempo y excusa, ¡te la di yo, en bandeja! No me hagas pensar que lo que te falta es el motivo. No quiero creerlo. No, voy a seguir intentándolo, no voy a rendirme aquí. Aunque tengo que reconocer que resulta un tanto desalentador. No sólo esta decepción, que quieras que no me la esperaba. Sino por que siempre estoy tanteando el terreno. Empiezo a sentirme idiota. ¿Y si realmente no tenías un motivo? ¿Seré capaz de darte uno?


Ea.