0

Kuroshitsuji



Hearts can never be separated here.
1

?

Llegó a creer que lo que quería era verdad. Pensaba que todo iba a ser mejor, que sería difícil, pero que un día de estos, más pronto que tarde, todo se arreglaría. Qué ingenua, ¿verdad? Se le ha escapado la felicidad sin tan siquiera haberla alcanzado. Cuánto puede marcar un momento, un gesto, una palabra. Cuánto puede llegar a condicionar. Se ha ido la ilusión, y tras de sí solo ha dejado un agobiante vacío. Ahora está perdida. No sabe qué creer, ni qué querer.
0

Circus

Bienvenido, bienvenida, coja asiento. Nuestros artistas entran en escena e invaden la pista. Los números se suceden uno tras otro, con la normalidad y la maestría adquiridas gracias a la experiencia, al ensayo constante del día a día de un circense. Marionetas y payasos que sueltan sus gracias y gastan sus bromas, que dejan sus trampas y esperan a que pobres incautos caigan en ellas; magos que hacen aparecer y desaparecer palabras a voluntad; contorsionistas capaces de realizar las posturas más increíbles con tal de no ver la verdad; y hasta alguna antigua fiera, ahora debidamente domada; todos arrancan los escasos aplausos de un público que sabe la mitad de lo que ocurre ante sus ojos. Componen un circo de pasiones y engaños, donde las puñaladas y las habladurías campan a sus anchas. Si alguna vez entras, procura que sea de puntillas, o ya no podrás volver a salir.

Yo también lo vi desde fuera, sé lo caótico que parece. Ahora soy otro arlequín, con una sonrisa pintada en el rostro, emborronada de tanto llorar.

Mi circo es mi vida, y actuar mi única manera de sobrevivir. No se puede fallar, no se admiten errores. Sólo puedo continuar. Y seguir sonriendo: sonreir está permitido.
0

Love

- Te quiero.

- Lo sé.

- ¿Tú me quieres?

- Sí, te quiero.

- ¿Quieres que salgamos juntos?

- No.

- Pero si has dicho que me quieres...

- Precisamente por eso. Pongamos que empezamos a salir, y que hacemos del otro nuestro mundo. Pongamos que somos felices durante unos meses, años incluso, y que nos aceptamos tal y como somos, porque nos adoramos. Pongamos que superamos lo que nos venga, que los días que pasamos juntos son geniales y las noches, aún mejores. ¿Cuánto tardaríamos en acostumbrarnos? ¿Cuánto tardaríamos en dejar de valorar a la otra persona como se merece, en habituarnos a tener su compañía? Una vez llegados a ese punto, ¿cuánto nos llevaría empezar a caer en picado, a tener discusiones absurdas, a quejarnos de cosas de la otra persona e incluso a intentar cambiarnos? Y, tarde o temprano, todo se acabaría, y tú y yo nos odiaríamos. Claro que te quiero, muchísimo. Por eso no quiero salir contigo.

- Pero yo quiero estar contigo, no tiene por qué salir todo mal. Podríamos ser felices...

- Y yo quiero que seas feliz, pero no conmigo. Quiero que seas feliz por ti misma.
Siguiente Anterior Inicio