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Una entrada más

¿Mi blog sigue vivo? Parece increíble que siga intacto después de tanto tiempo de abandono. Internet es eterno, y parece que los textos que hay aquí subidos también lo son. Bien, eso me gusta.

A veces me apetece ponerme a leer los textos que escribí hace mucho tiempo. Esos textos de auto-reflexión que invitaban o bien a hundirme más en la miseria o bien a salir de ella con una sonrisa en los labios. Han sido escritos por una niña con ilusiones y sueños, una niña que tenía el amor por bandera y cuya felicidad dependía solo del contexto en el que se moviera. Una niña con muy poca cabeza.

Digo a veces, porque hoy no es una de esas veces. Normalmente cuando abro esto me pongo a devorar textos antiguos y recuerdo los momentos que me llevaron a escribirlos. Pero esta vez, no. Hoy no quiero leer nada que me recuerde que en otro momento de mi vida esta niña ilusa tuvo un motivo por el que perder la cabeza. Hoy no hay motivos para perder la cabeza.

No he dejado de ser una niña, sería una tragedia si eso ocurriera. Pero ahora mi bandera soy yo. Puede que a algunos les parezca triste admitirlo, pero a mí no. De hecho, y teniendo en cuenta mis experiencias personales, me parece todo un triunfo que difícilmente hubiese podido imaginar que lograría apenas unos años atrás. Un cambio a mejor. Yo soy yo y mis circunstancias, pero mis circunstancias también las elijo yo.

¿Qué está ocurriendo en mis circunstancias, en mi contexto, para que venga a revivir este viejo blog? Muchas cosas que no voy a detallar porque en monólogos internos ya he gritado a quienes tenía que gritar unas cuantas veces. Pero necesitaba escribir parte, porque a veces me acuerdo de cierta tira de... como se llamen, no me lo he aprendido aún. El niño y el ¿tigre? Esos. Esa tira que decía "soy importante". Antes me hacía sentir pequeñita. Ahora veo que es una sensación normal, pero que no es real. No soy pequeñita, soy gigante, y soy importante. Si lo que hay a mi alrededor no se da cuenta, no es mi problema, aunque duela. Es su problema si algún día ya no estoy ahí, porque entonces se dará cuenta de lo importante que soy.
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Vaaaaaya

Si yo tenía un blog... Qué cosas xD

Esto nació hace demasiado tiempo, y la verdad, las últimas entradas no son para nada bonitas o agradables... Alguien pasaba por una mala racha, creo recordar. Ahora lo puedo ver desde aquí, desde la distancia... Todo pasa. O no, teniendo en cuenta mi vida, pero ahora todo es diferente. Igual, pero diferente. Si no estáis aquí, lo siento, es que no hay textos ni palabras para describir esto, y no podréis comprenderlo.

Yo tampoco lo entiendo a veces, ni esto ni a mí. Pero poco a poco estoy aprendiendo a vivir conmigo misma, y mira, que resulta que soy una tía maja y todo.

¿Por qué he vuelto, después de todo este tiempo, a escribir a la nada desde mi propia nada? Muy fácil: algo me ha devuelto al principio de todo, al origen más puro. Hay cosas que pasan, cosas que se recuerdan vagamente, cosas que se vivieron con las que ya no tengo ningún tipo de contacto y ahora, ahora todo eso no parecen más que sueños, como si nunca hubieran pasado. Pero pasaron. Oh, que si pasaron. Y me alegro de que pasaran, porque si no hubieran pasado, ¿qué habría sido de mí?

¿Cuál es ese principio del que hablo? Es un principio bastante prohibido, bastante tabú. Creía que lo tenía superado, y sin embargo solo he necesitado un empujoncito para verlo claro: ni se ha ido ni se va a ir. Y puede que ahora, sí. Tengo que ser valiente, al menos una vez, y hacerlo. No sé ni cuántos textos hay en este blog que hablan de ello, cuántas palabras de aliento a mí misma, de desesperanza, de engaño y tristeza, de alegría y decisión.

Espero que esto no quede también en palabras vacías. Algo ha cambiado de pronto, y he vuelto ese estado anterior. Ese pensármelo dos veces antes de hablar. Ese sonreír por sonreír. Esa dolorosa estupidez que creo que esta vez puede llevarme a buen puerto.

¿Peco de ingenua de nuevo? Seguramente. Pero he vivido tanto tiempo en la derrota más absoluta, que ahora me voy a aferrar a lo que haya para salir de aquí.

Sí, escribo mucho, muchísimo, fuera de aquí. Pero aquí solo tengo un motivo por el que escribir.
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Lost

Necesito un cambio, en serio. Llevo demasiado tiempo estancada en la misma mierda, con la misma asfixiante rutina. Estoy tan habituada a no cambiar que lo que se salga de la norma me parece extraño e incluso me da pereza, cuando antes era lo que le daba vida a la vida: lo diferente de cada día. Pero ahora cada día es casi una copia exacta del anterior.

Todo ha ido en picado hasta lo más hondo, y temo que pueda llegar más abajo. No tengo confianza en mí ni en la gente que me rodea, ni siquiera en los que daba por hecho que siempre iban a confiar. Ahora todo eso me parece palabras vacías. Y empiezo a creerme los discursos al más puro estilo "no vales para nada". Porque me he olvidado de que antes de que nadie me quiera tengo que quererme yo, y me he dejado de demostrar a mí misma que valgo, y mucho. Y ahora no lo sé.

Y ya no saquemos el tema sentimental, porque podemos terminar en tragedia. Tanto tiempo perdido, tanto tener en cuenta, tanto, tantísimo hecho que no significa nada excepto para mí, y ya ni siquiera eso.

No sé qué es lo que quiero. Estoy completamente perdida. Necesito algo que me indique el camino a seguir. Que me indique si hay un camino para mí, o si puedo dejar de buscar.
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Mendigo

Mendigo cariño. Mendigo personas que quieran darme cariño.
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