0

Circus

Bienvenido, bienvenida, coja asiento. Nuestros artistas entran en escena e invaden la pista. Los números se suceden uno tras otro, con la normalidad y la maestría adquiridas gracias a la experiencia, al ensayo constante del día a día de un circense. Marionetas y payasos que sueltan sus gracias y gastan sus bromas, que dejan sus trampas y esperan a que pobres incautos caigan en ellas; magos que hacen aparecer y desaparecer palabras a voluntad; contorsionistas capaces de realizar las posturas más increíbles con tal de no ver la verdad; y hasta alguna antigua fiera, ahora debidamente domada; todos arrancan los escasos aplausos de un público que sabe la mitad de lo que ocurre ante sus ojos. Componen un circo de pasiones y engaños, donde las puñaladas y las habladurías campan a sus anchas. Si alguna vez entras, procura que sea de puntillas, o ya no podrás volver a salir.

Yo también lo vi desde fuera, sé lo caótico que parece. Ahora soy otro arlequín, con una sonrisa pintada en el rostro, emborronada de tanto llorar.

Mi circo es mi vida, y actuar mi única manera de sobrevivir. No se puede fallar, no se admiten errores. Sólo puedo continuar. Y seguir sonriendo: sonreir está permitido.

0 garabatos:

Siguiente Anterior Inicio