0

Cómo se virtualiza un sueño

La tecnología avanza a pasos agigantados. Las últimas décadas son un claro ejemplo de lo mucho que todo ha cambiado. Las mejoras en nuestra calidad de vida son tales que incluso nos preguntamos cómo vivíamos antes sin esto o sin lo otro. Móviles, ordenadores y consolas invaden nuestros hogares sin que opongamos resistencia, pasando así a formar parte de nuestras relaciones sociales, nuestras fuentes de información (y formación) y nuestro entretenimiento. Sin embargo, no nos paramos a pensar que alguien ha tenido que idear, diseñar y crear esa tecnología que ahora utilizamos tan cómodamente.

L.S. es un estudiante cántabro que sí se ha parado a pensar en ello, y de paso ha decidido que él también quiere idear, diseñar y crear. El próximo curso va a empezar a estudiar un grado que se aprueba este año llamado “Creación y Diseño de Videojuegos” en ESNE, una universidad privada situada en Oviedo y que impartirá titulaciones como esta con la colaboración de la Universidad Camilo José Cela de Madrid.

“Realmente me decidí hace bien poquito -nos cuenta-, cuando la pifié en Bachiller y empecé a buscar alternativas como un loco. De rebote me encontré con una universidad privada donde se cursaba "Creación y Diseño de Videojuegos". Perplejo me quedo al verlo, y mi motivación aumenta progresivamente al ver las asignaturas que se imparten en dicha carrera, tales como dibujo artístico, modelado 3D o animación, campos que yo mismo he estudiado por puro afán. 20 años jugando a los marcianitos y es precisamente en la veintena cuando descubro que ¡alguien tenía que inventarlos!”

Al igual que con él, el interés y el afán es lo que mueve a los jóvenes de hoy en día a plantearse como futuro profesional su mayor afición: los videojuegos, una industria que cada vez mueve más dinero (más incluso que la música o el cine) y a cuyos estudios en este país, sin embargo, no resultaba tan fácil acceder. “Toda la gente que, como yo -dice el futuro alumno-, tiene como hobbie este campo, y con ganas de aprender a crear, o lo estudiaba por su cuenta sabe Dios de qué manera, o se hacía la carrera de informática. Eso no es lo que ese perfil de gente se espera, puedes aprender cosas útiles para la creación de videojuegos, claro que sí, de programación. Pero la informática es un campo mucho más amplio y nosotros queremos algo más concreto.” Se cree que con la creación de este nuevo grado se facilitará el acceso a este tipo de estudios.

El mundo de los videojuegos se trata de “algo muy artístico” y vocacional que puede manifestarse desde una temprana edad, tal y como nos comenta L.S.: “Con 9 o 10 años y con ayuda de alguna revista conseguí diseñar y programar 3 o 4 videojuegos sencillos de destruir todo lo que sale en la pantalla sin conocimiento y ver cómo sube tu marcador. Parece una tontería, pero aún no entiendo cómo podía con esa edad programar algo y que funcionase, con mis casi 21 años no tengo ni idea de programar, nada.”

Pero no es lo único que ha hecho en este campo. “Hace un par de años hice algo de modelado 3D, que es muy laborioso, pero gratificante: tener tu propia creación en unas estupendas 3 dimensiones es algo muy atractivo. Lo último en lo que me he metido, en relación con este campo, lo empecé hace 2 meses, y estoy abarcando todo lo que puedo en lo referente al aspecto de diseño de un juego: modelado 3D, dibujo, guión, estructura, etc.”

Este último proyecto forma parte de un trabajo para conseguir una beca de ESNE para los estudios que va a empezar. Se trata del “diseño general de un videojuego tipo MMORPG/FPS (un juego online permanente) para presentarlo en julio al concurso de becas para esta carrera. El mero hecho de desarrollar poco a poco las ideas que me van surgiendo y ver como todo va encajando (la historia, las razas, los personajes, el modo de juego...) me es suficientemente satisfactorio como para dejar a un lado la victoria del concurso, que, obviamente, me daría una alegría adicional enorme, por no hablar de la que le darían a las cuentas corrientes de mis padres.”

Debido a que se trata de una universidad privada, el coste de la matrícula es elevado (entre reserva de plaza, matrícula y tasas de formación suman un total de 6625 euros) y no resulta accesible a todo tipo de bolsillo. Además del dinero, existen unas pruebas de acceso que, por otro lado, son sólo orientativas. “Mi opinión como no-alumno de ESNE es que como toda universidad privada, quiere pasta, y si tú les das pasta, no te van a repudiar. Eso sí, no quiero que esto se vea como una mala opinión con respecto a ESNE -continúa explicando el estudiante-, si yo me he decidido a estudiar en dicho centro es porque me ha convencido: fui a visitarlo, conocí aulas, profesores y opciones, tanto en titulaciones como en accesos, pasando por formas pago y ayudas bancarias.”

El abanico de salidas profesionales que tiene dicha carrera es muy amplio: desde diseñador y desarrollador de webs a informático financiero de gestión, pasando por consultor tecnológico, analista de aplicaciones o auditor de calidad. Como se puede ver, no todo está enfocado plenamente al mundo del videojuego, pero, obviamente, la gran mayoría de los estudiantes de la carrera pretenden acabar trabajando en esa industria como diseñadores, desarrolladores... En cualquier caso, ellos serán los que en un futuro próximo y gracias a su trabajo nos den ese entretenimiento del que disfrutaremos casi tanto como ellos creándolo.

0 garabatos:

Siguiente Anterior Inicio