6952 días

Hace 6952 días que estoy en este mundo. 12 de octubre de 1991, sábado de madrugada, a la 1 y media. Hospital de Valdecilla, Santander. Ahí tomé mi primera bocanada de aire. Tengo 6952 días de vida. O 228 meses. O 993 semanas. O 19 años y 13 días. Y dentro de 352 días seré 352 días mayor.

He sido niña mimada. He sido hermana por primera vez. Fui princesa y fui destronada. He sido buena estudiante. He sido la mejor, la pionera, el orgullo de la casa. Fui gigante y fui persona. 6952 días dan para mucho. 6952 días, y mucha vida. Quien sepa diferenciarlo, que lo diferencie.

Me tira más la vida que los días. Me tira más el saber que la inteligencia. Me tira más el querer que el poder. 6952 días, insisto, de madurez, de razonamiento, de capacidad, de comprensión, de análisis, de observación, de actuar, de fallar, de caer, de levantarme, de luchar, de amar y de odiar.

Mi vida se acabará pronto, en teoría. Me quedan 10 años, aproximadamente, de rebeldía, hasta que pase por el aro y admita que en este mundo las personas soñadoras no tienen cabida, y no me quede más remedio que dejar de imaginar. Lucho hoy para que esto no ocurra. Para demostrar a todos aquellos que aceptaron esto como ley que hay alternativa, que la ha habido siempre. Cuánto más fácil es rendirse que luchar por lo que uno cree. Cuánto más fácil es vivir el día a día esperando un futuro mejor que nunca llega cuando convences a la gente de que así es como se tiene que vivir. Cuánto más fácil es vivir para trabajar, y no trabajar para vivir. Cuánto más fácil resulta no vivir.

Llevo 6952 días en esta vida. Y me niego a dejar de vivir.