The world, nothing less

Me encanta hacer planes contigo, en serio. Empezamos hablando de ir a un concierto y terminamos disfrazadas de ranas gigantes en medio de Barcelona. Y lo mejor de todo es que la probabilidad de que esas locuras se hagan realidad suele rozar el 100%. Si es que hay ganas de un viaje, ganas de salir de fiesta, ganas de apuntarse al gym, ganas de pillar ese piso... Hay ganas de hacerlo todo, TO-DO, y a ser posible YA.

Ganas de comerse el mundo, querida. Y sabes que va a ser nuestro.

Friends never say goodbye

No hay mucho más que compartir,
ya ves, se terminó.
No queda ayer, mas siempre habrá
mañanas por vivir.

No preguntes qué pasó.
No hay respuestas, sólo azar.
Nuestro andar no conservó
su camino, nada más.

¿Quién dirá con qué razón
quién hizo bien o mal?
Cuanto sé es cuanto hay.
Llegamos al final.

Dos amigos que se van
sin decir adiós.

Día a día

Creo firmemente en la compensación del día a día. "La vida te da hostias y alegrías a partes iguales". Se cumple siempre. A través de esta máxima puedes imaginarte cómo te va a ir en un momento dado o en otro. Así sabes que si has pasado una mala semana, la que viene te espera algo grande. Y al revés, si has tenido un día genial, cuando llegues a casa te esperan malas noticias. Está bien saberlo, porque en plena mala racha te puedes decir tranquilamente que se compensará.

Hasta aquí, perfecto. Ahora, está en tus manos decidir si te compensa la compensación. Quiero decir, puede que haya algo que consideres lo mejor que te puede pasar, pero que al considerarlo así la compensación negativa puede que sea tan grande que no te merezca la pena llegar a esa "gran meta". Quizás a veces es mejor conformarse con las pequeñas alegrías, y así apenas se mueve la balanza.

Yo soy psicológica, biológica y matemáticamente incapaz de elegir el camino fácil. Lo he pagado. Ahora lo estoy pagando. Y sé que más adelante lo voy a seguir pagando. Cuando una compensación negativa es de este tamaño, ¿qué clase de compensación positiva aguarda? ¿Tengo que desear seguir en este estado negativo para que el positivo sea aún mayor? ¿Y esperarlo con la ilusión con la que lo espero?

Sinceramente, no lo sé. Pero, ya que estamos, ya que esto es imparable, ya que hemos llegado hasta aquí... Vamos a ver hasta dónde se estira esta historia.

La otra cara

Esto es demasiado. Las cosas están raras. Muy raras. Si es que parece que no te das cuenta de lo que me ha pasado, como si no te importara. ¿Qué quieres que te diga? No ha sido precisamente un catarro. Sigo sin estar bien. Y debería estar en mi puñetera casa, tirada en el sofá. Pero no me da la gana, y salgo, porque si no me muero del asco. Bastante hago. No me toques más la moral.

No sé si será por ti o por mí. Tampoco voy a decir nada por ahora. Pero en cuatro días has conseguido que esté cansada, y me siento poco valorada. ¿Qué pasa, que no te doy lo que quieres y ya pones mala cara? Yo me preocupo por ti, estoy pendiente de lo que te pasa o te deja de pasar, te pregunto, voy a verte. Me muevo para estar contigo. ¿Y tú?

A veces, a veces...

Si es que se me olvida. Mira que lo tenía decidido: dejar de ser tan... tan... No sé cómo decirlo. Tan "lanzo la piedra y escondo la mano". Sí, eso. Y empezar a aceptar las cosas como vienen. Sobretodo lo que viene dentro de uno mismo. Qué le vamos a hacer, si las cosas son como son, ¿no? ¿Para qué voy a ocultarme más? De cara, siempre de cara. Voy a tener que ponerme una alarma en el móvil para que no se me vuelva a olvidar, que el que algo quiere...

Menos mal que siempre hay algo que me devuelve mi consciencia. Voy a nombrar el 5 como mi número de la suerte de honor.

Al ataquerrr

Vueeelvo a la vida. Después de una semana en casa cortesía de dos cólicos de riñón seguidos, me niego a seguir tirada en el sofá. Tengo hasta el sentido del humor resentido, me voy a volver una antisocial a este ritmo. Así que nada, a salir y a ver mundo, que estamos de vacaciones. Eso sí, el dinero que me he ahorrado estos días no me lo quita nadie (hasta que vuelva a salir o a planear viajes, qué le vamos a hacer), ni el susto (me llega a dar en Bilbo/Málaga/Almería y me muero ahí mismo), ni lo sana que me voy a tener que volver al menos durante un tiempo. ¿Nada de alcohol? Pues sí. Con lo dada que soy yo al Martinismo, ahora me voy a tener que contener y volver un poco más enófoba. En fin, todo sea por no volver a tener cosos de estos. Aunque ya no recuerdo cómo era el dolor, qué pronto se me ha olvidado por qué gritaba.

Bueno, que sustituyo los fluorescentes por la bonita luz del sol. ¡Vamos a por mi morenito!

Cambiazo radical

Sí, hace ya un tiempo que lo llevo pensando. Me apetece darle otro estilo a este blog. Y no lo digo sólo por la wonderfulosa plantilla nueva, que también. Lo digo por el propio estilo de "En el tintero", el escribir textos y subirlos. San Seacabó.

Voy a convertir esto en una especie de diario personal, donde escribiré y subiré tooodo lo que me apetezca. Porque sí, ea. Será mucho más fácil de mantener, mucho más entretenido y sobretodo más dinámico. Por supuesto, no dejaré de subir textilos de los míos, esos me salen solos, se siente. Pero habrá otro tipo de entradas. Por ejemplo, el saqueo incondicional de Youtube es algo que estaba deseando probar.

Así que eso, advertidos quedáis. A partir de ahora todo lo que haya aquí es lo que está en mi vida. ¿No te interesa? No lo leas. A mí sí me interesa (L)

Sin más ni más, volveré en otra ocasión con alguna chorradiña que encuentre.

Chudei

Hoy es un buen día. Con todo lo que hacía que no escribía. No sabía que tenía motivos para hacerlo. Ahora, sigo viva. Gracias a ti, sigo viva. Y dará igual qué enfermedad me dé, o qué ocurra en el resto del mundo. Si tú estás ahí, todo está bien. Es todo lo que necesito. Tú para mí, y yo para ti. No es que me haya dado cuenta ahora ni mucho menos. Es que, una vez más, me has demostrado que así ha sido siempre, y que así va a seguir siendo durante mucho tiempo.

Esta entrada es tuya, que has estado al otro lado del teléfono estos días en los que no te he podido dar ni mucha fiesta ni muchas locuras ni mucha guerra.

Gracias.

1, 2, 3

Lista de cosas que tengo que hacer para evolucionar como persona:

1. Dejar de pensar.
2. Mantener la número 1 durante todo el tiempo que me sea posible.
3. Si me entran ganas de pensar en algún momento, darme de cabezazos contra la pared hasta que se me quite la tontería.

Si esto no funciona, mi siguiente lista será sobre el exilio. La que venga después de esa tendrá como base un concepto más dramático.

Today

Una mañana relajada, sin mucho estrés. Al fin y al cabo, me suelo levantar ya terminada la mañana. Comemos, nos vestimos apropiadamente y huimos a la playa. Ese viento frío evitó que la sensación de calor fuera mayor, pero algo tenía que fallar. Un poco de mar, un mucho de arena y una pronta retirada. Cenamos, un par de capítulos de esa serie y un par de horas de frikismo gratuito. Una sorpresa en forma de vídeo. Conversaciones, viajes, planes en mente. Que no se me olvide poner el despertador.

No sé cómo se me compensará este día, pero mañana tiene toda la pinta de que va a ser malo. Por algo. No sé por qué, pero lo va a ser. Sin embargo, hoy, doy por finalizado este día tan sumamente normal, corriente, y perfecto por ello.

Shout louder

Grita. Alto, bien alto. Que llegue hasta donde nadie llegó. Que alcance la cumbre más nevada y el rascacielos más brillante. Que invada selvas, bosques y desiertos. Que quede registrado como el mayor terremoto en la historia de la humanidad. Tienes tu motivo. Hoy es tu día. El día en el que todos se tienen que callar, que se olviden de consejos, que te dejen tranquila. Que se enteren todos de que ahora sólo importas tú. Que vas a hacer lo que consideras oportuno. Que te da igual estrellarte. Que ellos no tienen que vivir contigo, pero tú sí. Sólo tú tienes que soportarte. Va a haber cambios, y los va a haber ya. Grítalo.